Hipócrates de Cos

 

La salud del hombre es un estado dado por la naturaleza, la cual no emplea elementos extraños sino una cierta armonía entre el espíritu, la fuerza vital y la elaboración de los humores.

(Hipócrates de Cos)

 

Hipócrates, el maestro de médicos, nació en la isla de Cos (Mar Egeo), en el año 460 a.C. Médico, hijo de médicos-sacerdotes de Asclepio, viajó por toda Grecia propagando su sabiduría y siendo considerado como un gran clínico.

A él se atribuye el llamado Corpus Hippocraticum, compilación de tratados y aforismos recopilados por la escuela médica de Cos, y el famoso Juramento Hipocrático que aún pervive tras más de 2.500 años y que es pronunciado durante la ceremonia de graduación por los estudiantes de Medicina, como modelo de código de moral ética para los médicos.

Hipócrates consideraba la Medicina como un arte, más que como una ciencia. Y sus conocimientos, basados en la observación y la experiencia, comprenden toda una auténtica filosofía.

La vida es corta, el camino del arte largo, el instante fugaz, la experiencia engañosa y el discernimiento problemático.

Su estudio de los cuatro elementos básicos del universo (tierra, agua, fuego y aire) le llevó a identificar éstos con los cuatro líquidos o humores que conformaban el cuerpo humano (sangre, flema, bilis amarilla y bilis negra). La salud del hombre, según el maestro, dependía de la adecuada temperatura y equilibrio de estos cuatro elementos.

Además, sostenía que cada persona tenía una disposición diferente de estos humores en su cuerpo, y que uno de ellos dominaba siempre.

La calidad de estos humores variaba también dependiendo de la época del año, de modo que Hipócrates hizo una correlación entre los distintos humores, sus cualidades, el tipo humano asociado a cada uno y la estación del año en la que predominaba cada cual:

Temperamentos hipocráticos humores

Los cuatro humores, su disposición, su equilibrio, su exposición a las diferentes temperaturas en distintas épocas del año, conformaban para Hipócrates la naturaleza del hombre. Determinaban sus posibles enfermedades y, por tanto, el aspecto físico y predisposición de la personalidad.

Es el origen de la teoría de los cuatro temperamentossanguíneo, bilioso, nervioso y linfático-, que aún hoy se sigue estudiando en disciplinas relacionadas con la psicología.

Hipócrates de Cos murió en Larisa (Tesalia) en el año 377 a.C.

 

Grafología de los temperamentos hipocráticos

 

La trayectoria que marcó Hipócrates con su clasificación de los cuatro humores fue posteriormente, como hemos visto, asociada a aspectos físicos y, como derivación, a aspectos de la personalidad. Tachada muchas veces de desfasada, ha llegado hasta nuestros días adaptada a la Grafología por el médico francés Periot, esta clasificación de los tipos hipocráticos.

Vamos ahora a analizar con detenimiento las características tanto físicas como psíquicas de cada uno de los cuatro temperamentos, así como los rasgos grafológicos asociados a cada tipo:

Temperamento sanguíneo

Para Hipócrates el predominio de la sangre en el cuerpo da lugar a un físico robusto, bien desarrollado, de amplia frente, labios carnosos y expresiva mirada. En definitiva, una presencia inconfundible que se hace notar allá por donde aparece o pasa.

Este notorio físico acompaña a un carácter fuerte y dinámico, una mente en constante maquinación de proyectos, inquieta. De natural optimista, con furtivos momentos de pesadumbre y enfados estrepitosos que son superados con rapidez.

La característica indiscutible del sanguíneo es su sociabilidad: líder carismático, al que halaga ser el centro de atenciones. Suele, por su natural extrovertido y comunicativo, ser el directivo por naturaleza.

Su habilidad de contacto social, unida a su natural sensibilidad le convierte en un ser empático y buen oyente, aunque, en ocasiones, podría conducir a actitudes un tanto despóticas e incluso dictatoriales, dado su carácter un tanto invasivo y avasallador.

Grafología del temperamento Sanguíneo:

  • Tamaño: escritura generalmente grande.
  • Forma: predominio de la curva, ampulosidad de formas y mayúsculas adornadas.
  • Presión: firme o en relieve.
  • Velocidad: rápida.
  • Inclinación: escritura inclinada hacia la derecha.
  • Dirección: generalmente ascendente.
  • Cohesión: escritura ligada o agrupada.
  • Orden: Separación entre líneas, buen aprovechamiento de espacios.
  • Firma: de escritura grande, con rúbrica ampulosa situada a la derecha del texto.

Grafología del temperamento sanguíneo

Muestra de escritura con rasgos de temperamento sanguíneo: es grande, con formas curvas y ampulosas, presión firme, velocidad ágil, vertical vibrante en la inclinación pero con puntuación adelantada, cohesión agrupada. La dirección del renglón es descendente en este caso, pero podría depender del momento coyuntural presente. El orden no lo valoraríamos al ser un fragmento, y tampoco valoramos la firma que no aparece. Pero, en general, tendríamos un buen ejemplo de personalidad con potente ego, a quien le gusta destacar, de carácter afable y muy sociable, de mente y actitud inquieta y dinámica.

Temperamento bilioso

En el tipo bilioso predomina la bilis, el equilibrio en sus facetas tanto físicas como caracterológicas. Su apariencia es generalmente esbelta, con rostro predominantemente anguloso en el que destaca la mirada profunda, imperturbable y penetrante de una persona observadora, aguda y sagaz. Su carácter es serio, con gestos firmes y mesurados.

La fundamental característica de su carácter es la reflexión, de intelecto ágil pero seguro, analítico, de inmensa inquietud por profundizar en pensamientos e ideas. Realista, se rige siempre por la razón.

De actitud fría y distante, se distingue por su sobriedad, no se emociona ni entusiasma fácilmente con proyectos sin dar tiempo a su necesaria reflexión y análisis.

Pero, una vez tomada su decisión, es difícil que la varíe. De carácter básicamente introvertido e individualista, toma las relaciones sociales como un deber.

En lo referente a los afectos, su moderación y sobriedad le llevan a comedirse, controlando sus sentimientos y emociones, evitando en gran medida las manifestaciones afectivas.

Grafología del temperamento bilioso:

  • Tamaño: escritura pequeña, decreciente dentro de la palabra.
  • Forma: Sobriedad y simplificación; predominio del ángulo.
  • Presión: firme.
  • Velocidad: mesurada o rápida.
  • Inclinación: verticalidad o ligeramente inclinada a la derecha.
  • Dirección: rectitud de línea, cierta rigidez.
  • Cohesión: escritura agrupada.
  • Orden: márgenes ordenados, condensación de texto.
  • Firma: de escritura normal a pequeña, con escasa rúbrica o sin ella, y situada en el centro o ligeramente a la derecha del texto.

 

Grafología del temperamento bilioso

Ejemplo de escritura de una persona con temperamento bilioso: escritura pequeña, simplificada, sobria, con formas angulosas, agudas y punzantes, como agujas.

La presión es firme, marcando la autoafirmación en el gesto vertical. La velocidad es ágil, la inclinación a la derecha, la dirección recta un tanto rígida. La cohesión es agrupada y el texto bastante condensado entre renglones, dando lugar a choches y entrecruzamientos entre pies y crestas.

Se trata de una persona observadora y aguda, segura de sí misma, rígida en los planteamientos y criterios, que trata de imponer sobre el criterio y opinión de los demás.

Es tajante y drástica, no se deja moldear ni influir fácilmente. Su faceta social está muy condicionada por su escasa emotividad y su falta de flexibilidad y capacidad de adaptación.

Temperamento nervioso

En el tipo hipocrático nervioso predominan los nervios, y, contrariamente al equilibrio apreciado en el bilioso, en éste destacamos el desequilibrio y la desproporción en sus facetas tanto físicas como caracterológicas.

En el nervioso suele destacarse la delgadez, el rostro afilado y pálido y la mirada vivaz a la vez que soñadora. Su apariencia es etérea, y parece vivir siempre en las nubes.

La ambivalencia extroversión-introversión también es característica propia de este tipo hipocrático, aunque suele haber una tendencia hacia la introversión.

Seres intuitivos, creativos, su vivacidad les hace inquietos y temerosos de la rutina, y su emotividad provoca que antepongan el sentimiento ante la razón. Su carácter se asemeja al de los románticos del siglo XIX. Su nervio les hace actuar por impulsos y tan pronto se vuelcan en una actividad frenética, como se rinden a la tranquila rutina.

En las relaciones sociales dan al entorno lo que de él reciben. Si reciben afecto, si el ambiente es agradable, serán seres abiertos, comunicativos.

Por contrario, si el entorno les desagrada, pueden ser ariscos y desconfiados. Por lo tanto, apreciamos que los temperamentos nerviosos son difícilmente encajables, tanto social como laboralmente, en el entorno, pero al mismo tiempo y paradójicamente tremendamente versátiles.

Grafología del temperamento nervioso:

  • Tamaño: normal.
  • Forma: Movilidad y variabilidad en las formas. Suelen aparecer trazos filiformes.
  • Presión: Firme, aunque con irregularidades.
  • Velocidad: Suele predominar la rapidez o incluso la precipitación del trazo
  • Inclinación: Invertida, ligeramente inclinada o con oscilaciones. Siempre vibrante.
  • Dirección: Recta flexible, ligeramente ascendente o ligeramente descendente.
  • Cohesión: Agrupada o desligada.
  • Orden: Márgenes desiguales. Movilidad en el conjunto del texto.
  • Firma: Con trazos angulosos, generalmente ilegible y situada en el centro o a la izquierda del texto.

Grafología del temperamento nervioso

 

Escritura en la que predomina el temperamento nervioso: destaca por el movimiento y la agilidad del conjunto. El tamaño es normal, la forma es mixta e irregular, la inclinación hacia la derecha. La velocidad es ágil y la presión firme y perfilada.

La dirección es ascendente y la cohesión agrupada. Márgenes y firma no se podrían valorar en este caso.

La personalidad que retrata la muestra es inquieta, vivaz y despierta, con grandes dotes de emprendimiento, echada para adelante, espontánea, impulsiva y pasional.

Temperamento linfático

Se desarrolla en las linfas. Físicamente, los linfáticos destacan por su obesidad, sus movimientos lentos y su aparente pasividad, que les hace inalterables ante cualquier circunstancia y por lo tanto, amantes de la rutina y del automatismo.

Se caracterizan por su capacidad analítica y memorística y, aunque su ritmo de vida o trabajo tienda a ser lento, son regulares y metódicos.

Socialmente son de trato agradable y tranquilo, aunque no suelen ser expresivos, y mucho menos pasionales, en lo que a afectividad se refiere. Su tendencia es a la introversión y a un aislamiento que puede rayar a veces en egocentrismo.

Son personas adaptables, bastante convencionales, conformistas y sumisas. Si encuentran su lugar y se acomodan a él, difícilmente querrán cambiarlo.

Grafología del temperamento linfático:

  • Tamaño: escritura normal, pequeña o grande.
  • Forma: predominio de la curva y las redondeces; sencilla; personalizada o caligráfica.
  • Presión: trazo pastoso.
  • Velocidad: lenta o mesurada.
  • Inclinación: puede ser recta, inclinada o invertida.
  • Dirección: puede darse la dirección descendente o cierta rectitud un tanto forzada.
  • Cohesión: desligada o agrupada.
  • Orden: márgenes ordenados. Monotonía en el conjunto.
  • Firma: grande, bien rubricada; situada a la izquierda del texto y alejada de él.

Grafología del temperamento linfático

 

Muestra de escritura de un temperamento linfático: el tamaño de la letra es normal, y tiene cadencia lenta y monotona. La forma es caligráfica y mixta en curva y ángulo, aunque presenta bastantes bucles, la inclinación es hacia la derecha con ligeras oscilaciones.

La cohesión es agrupada y la presión irregular, con algunas pastosidades, sobre todo el óvalos que aparecen semicegados.

La dirección tiene tendencia a convexa.

El orden y la firma no se valorarían en este caso. La escritura retrata a una persona convencional, sencilla y conformista, que se toma su tiempo para hacer las cosas.

La presencia de reenganches en las uniones de algunas letras nos deja ver que no es una persona tan constante como parece, y muchas veces va a dejarse llevar por el desánimo y la desidia.

Puede ser una persona analítica y metódica en su trabajo, siempre que esté tranquila y no sometida a severa presión o a grandes responsabilidades.

Sandra Cerro – Grafóloga

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Este artículo forma parte de los apuntes de los cursos de Grafología: Curso superior 2º Grado en Grafología y Curso Experto universitario en Grafología Empresarial (Universidad a Distancia de Madrid).

Entender la grafología aplicada a los tipos psicológico clásicos es la base para el diseño de perfiles de personalidad, y también para el diseño de tipos de talento o perfiles profesionales, a través de grafología, dentro de procesos de selección de RRHH o en gestión del talento en empresas.

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Grafología de los temperamentos hipocráticos
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Grafología de los temperamentos hipocráticos
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Personalidad y grafología de los cuatro temperamentos hipocráticos
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Centro de Grafología Sandra Cerro